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Cambio Climático
En las discusiones sobre Cambio Climático rumbo a la conferencia de este año en Cancún, la ONU ya comienza a hablar de la economía verde. El embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas, Pablo Solón, explicó a Radio Nederland cómo nace y qué comprende ese concepto.
“Empezamos a leer una serie de textos sobre Economía verde en los cuales se plantea ir hacia lo que podría calificarse de capitalismo tridimensional que reconoce, no solamente la fuerza de trabajo humano, las herramientas de trabajo y las materias primas, sino también toma en cuenta que la naturaleza es un capital. Y que como capital tiene que ser valorado en términos económicos y de propiedad sobre la misma si es que se quiere proteger y preservar la naturaleza. Bajo esta concepción, lo que estamos viviendo actualmente, este desequilibrio con la naturaleza, es producto de que no se le ha asignado un valor económico ni una titularidad. No hay quien se haga cargo, porque se asume que la naturaleza es de todos. Entonces se plantean fundamentalmente tres áreas para el desarrollo de esta visión de mercantilización y privatización que son: Los servicios ambientales, los bosques y el agua. Esta es una concepción que está desarrollándose en el debate internacional en las Naciones Unidas, y que probablemente sea planteada como uno de los grandes proyectos durante la Cumbre Río + 20 que se va a llevar a cabo en el 2012 y está muy ligada a este panel que acaba de constituir el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y que llama “un desarrollo sostenible global”.
Dos visiones
El embajador Solón advierte: “Estamos frente a un debate en las Naciones Unidas entre aquellas concepciones que opinan que lo que hay que hacer es fortalecer una lógica capitalista en el marco de la naturaleza y otros, como Bolivia, que plantean que hay reconocer los derechos de la naturaleza para restablecer el equilibrio con la misma. Reconocer los derechos de la naturaleza significa admitir que la naturaleza tiene el derecho a existir, a vivir, a regenerar su biocapacidad y a que la actividad humana esté limitada cuando afecta sus derechos fundamentales. Son dos concepciones muy diferentes. Una por la vía del mercado y otra por la vía de una humanidad consciente y responsable para con el sistema del cual es parte, que es este único planeta tierra en el que vivimos”.
Bonos de carbono
Los bonos de carbono permiten que se siga contaminando en una zona con la obligación de compensar en otra. En líneas generales aporta poco a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Pablo Solón da su visión al respecto: “El tema de los certificados de carbono y del mercado de carbono es cuestionable por varias razones. En primer lugar porque un país que tiene que efectuar una reducción, en vez de practicarla dentro de sus fronteras, lo que hace es comprar certificados de reducción de emisiones de carbono en un país en vías de desarrollo. Le sale más barato comprar esos certificados que hacerlo dentro de su país y puede decir, miren aquí tengo estos certificados que dicen que he contribuido a bajar x cantidad de toneladas de dióxido de carbono, por lo tanto estoy en una situación de pleno cumplimiento de los acuerdos internacionales. En otras palabras, quien acaba financiando es la nación en vías de desarrollo al país desarrollado. Es un mecanismo perverso, porque no hace las reducciones. En segundo término, el sur financia al norte. En tercer lugar, genera una burbuja financiera ligada a estos certificados de emisiones porque yo compro de este país del tercer mundo un certificado de 12 o 14 dólares por tonelada de CO2, pero como la demanda va a ir subiendo, yo después vendo ese certificado a 20 dólares. Y ese otro que me lo compra lo vende en 25 y ese otro lo puede vender más adelante en 50 dólares. Pero, en verdad sigue siendo una sola tonelada reducida que sube especulativamente de precio en el mercado financiero creando una burbuja.
Otros derechos
El embajador boliviano Pablo Solón teme que esta situación vaya aún más lejos. Solón: “El tema más grave que hay en relación con esto es que cuando hablamos de bosques, se está planteando desarrollar un nuevo tipo de derecho. Es un derecho de carbono, en el fondo es el derecho de propiedad sobre la capacidad de captura de carbono de un bosque. Se emitirían certificados que dan esta prerrogativa y uno puede comprar y decir yo no soy dueño de los árboles, no soy dueño del bosque pero sí soy dueño de la capacidad de absorción de CO2 de ese bosque. Y ése es mi derecho y lo comienzo a comercializar. El gran problema es que esto significa la privatización del bosque porque para garantizarle el derecho al portador de ese certificado hay que tener control sobre el bosque que en última instancia acaba afectando la propiedad o presencia de poblaciones indígenas, comunitarias, que viven en el bosque, en aras de garantizarle este nuevo derecho de propiedad de la capacidad de absorción de carbono. Éste es un problema muy grave porque estamos ante la generación de un nuevo tipo de derechos de propiedad sobre la naturaleza, algo que hasta ahora nunca habíamos visto y que empieza a desarrollarse en el marco de las negociaciones de Cambio Climático vinculadas a los bosques bajo lo que se conoce como REDD (Reducción de Emisiones provenientes de la Deforestación y la Degradación de los bosques). Nosotros creemos que sí tiene que haber una compensación a aquellos países y a aquellas comunidades que protegen sus bosques, pero no a través de mecanismos que generen un mercado de carbono y menos con cierta clase de derechos de propiedad que luego sean objeto de transacciones en un mercado internacional”.
Gatopardismo
¿Se trata de proyectos que en realidad están destinados a mantener todo igual? Pablo Solón: “El sistema no cambia, pero aún más grave es que el sistema acaba entrando en una esfera que nunca lo había hecho en los últimos siglos. Porque el capitalismo no había llegado hasta ahora a ese grado. Lo que se está planteando es un capitalismo todavía mucho más agresivo frente a la naturaleza, como una forma de resolver el desequilibrio que existe entre la actividad humana y la naturaleza. Estamos absolutamente en contra y somos muy críticos de esa perspectiva. Lo que nosotros opinamos es que el objetivo de una sociedad no puede ser crecer de manera ilimitada. Una sociedad necesita cierto grado de crecimiento para satisfacer las necesidades fundamentales de su población. Pero, el fin último no es crecer sino es lograr el equilibrio. El equilibrio entre los seres humanos y de los seres humanos con la naturaleza. Son dos paradigmas totalmente distintos: El crecimiento, la conquista, la competencia y la armonía, el balance, el equilibrio entre todos y todo. En este siglo XXI, nosotros creemos que el gran debate está entre estos dos paradigmas que tienen dos visiones muy diferentes de cómo encarar la vida humana y la vida del planeta en su conjunto”.
Dura lucha
Pablo Solón vaticina: “la lucha será muy fuerte porque se mueven grandes intereses económicos. Detrás del negocio de mercado de carbono hay cientos de miles de billones de dólares que están en juego. Y el capitalismo va allí donde puede hacer más dinero. Y dado que cada vez va a haber más problemas con lo del cambio climático, los famosos certificados de derechos de propiedad sobre la capacidad de captura de las emisiones de carbono, van a ser superiores. El capitalismo no va a resolver jamás el problema del cambio climático. Pero va a hacer un gran negocio con el cambio climático. Y nosotros lo que estamos diciendo es que hay que evitar que se rompa o se conquiste esta última frontera que es esencial para la subsistencia de la vida en este siglo”.
LOS INICIOS.-
El Grupo Arawi, nace en un momento significativo al interior del proceso de resistencia y fortalecimiento cultural promovido desde el seno de las comunidades andinas y movimientos sociales organizados.
El paradigma dominante del momento establecía un conflicto entre cultura y “modernidad”, en el cual las expresiones tradicionales y populares de Bolivia, (idiomas, vestimentas, danzas, música, literatura) subyacían en la memoria de un número cada vez más reducido de habitantes de áreas periurbanas y rurales de Bolivia. Los espacios de difusión y promoción cultural establecían cánones donde las expresiones identitarias propias del país eran desplazadas a espacios minúsculos y con actividades discontinuas. En el aspecto político, el Estado ejercía una fuerte represión a los movimientos sociales, que reclamaban mayor inclusión e igualdad social.
En este escenario los fundadores del Grupo Arawi, músicos autodidactas formados sobre la base de la música autóctona aprendida a través de vivencias con comunidades andinas; establecen la necesidad de desarrollar un trabajo centrado en un profundo respeto a las estructuras, ritmos y armonizaciones musicales andinas; reconstrucción y revalorización de la identidad cultural, y el mensaje de reunificación latinoamericana, que a pesar de la fragmentación política de repúblicas constituye una sola unidad ideológica, cultural y social.
El año 1992, al cumplirse los 500 años de la invasión europea, se edita el primer Long Play titulado “Wiphalas” (Banderas), y en 1994 el disco “Tinkunakapuy” (Nos reencontraremos); que se convierten rápidamente en éxitos por su estructuración estética y artística de conjunto, como también por el mensaje y doctrina ideológico-cultural implícito en ellos. En esta etapa se instituye un “Taller de Construcción y Ejecución de Instrumentos Andinos”, donde niños y jóvenes aprenden las técnicas y conocimientos necesarios para construir y ejecutar sus propios instrumentos musicales.
En este trayecto, en una reunión informal y casual, se establece el primer contacto con Evo Morales Ayma, por entonces Secretario Ejecutivo de la Federación del Trópico de Cochabamba, quien expresa su satisfacción por la línea y el estilo musical propuestos por Arawi, al que invita a plegarse a la lucha por la defensa de la Coca, la Vida y la Soberanía Nacional.
A partir de este encuentro, tanto en el ámbito urbano como rural, el Grupo Arawi desarrolla intensa actividad de socialización y debate sobre el problema generado por la producción de Coca y el interés de los gobiernos de entonces por controlar su producción a pesar del costo en vidas humanas generado por la represión realizada sobre poblaciones productoras. El año 1995, en la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba se realiza el concierto “Canto y Desagravio a la Hoja de Coca”, con la participación y debate de representantes y dirigentes de los productores de hoja de coca, docentes, estudiantes universitarios y público en general; donde se establece la falta de una investigación científica imparcial a propósito de la hoja de coca y sus atributos medicinales, alimenticios y culturales.
En 1996 se registra el disco “Kausayninchej” (Nuestra Vida), cuyo tema principal “Kausachun Coca” (Viva la Coca), que pese a la censura realizada a la letra original; se convierte en bandera de lucha de los movimientos sociales y cocaleros del trópico de Cochabamba.
EL NUEVO SIGLO.
Al inicio del nuevo siglo, se registra el disco “Llajtanchisrayku” (Por Nuestra Pueblo), con la particularidad que la totalidad de temas grabados son ritmos e instrumentos autóctonos como una forma de reconocimiento a compositores y artesanos anónimos quienes con su trabajo transmiten sus conocimientos y permiten la vigencia plena de la cultura andina.
A finales del 2003 se incursiona en la implementación del proyecto “SOMOS MÁS” llegando a concluir con la elaboración del disco “Por Nuestros Recursos Naturales”, trabajo que ha llegado a constituirse en el elemento principal de socialización de las propuestas de cambio comprometido por el IPSP–MAS que lleva a Evo Morales Ayma a la Presidencia de la República de Bolivia, promoviendo un profundo cambio social, económico y político del país. En este disco se logra reeditar el tema “Kausachun Coca” (Viva la Coca), con los versos originales esta vez libres de censura.
A partir del 2006 Arawi desarrolla intensa actividad musical; constituyéndose como el grupo musical que acompaña al Presidente Morales en todas las concentraciones realizadas en provincias ydepartamentos de Bolivia, apoyando el proceso de cambio y generando la difusión de la cultura.
Entre Noviembre y Diciembre del mismo año, a invitación de la Fundación Guayasamín, Arawi se presenta en la Tribuna Antiimperalista de la Habana (Cuba), en el Festival “Todas las Voces, Todas”; compartiendo canto y escenario con Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Piero, Miriam Makeba (Mama África), Vicente Feliú, Cesar Isella, A. Koga y otros artistas provenientes de tres continentes reunidos en un concierto universal de los pueblos. En abril del 2007 Arawi es invitado a representar a Bolivia en la ceremonia de apertura de los Juegos Deportivos del ALBA en Barquisimeto (Venezuela).
El 2009 se concluye el sexto disco titulado “El Despertar de los Pueblos”, como un significativo reconocimiento a las juventudes dignas que con claridad política y de pensamiento ofrendaron sus vidas en busca de mayor inclusión e igualdad social; guerreros de la ciudad y el campo que fueron reprimidos, inmolándose por defender el agua, el territorio y los recursos naturales.
Considerando el momento histórico que vive Bolivia, y con el propósito de aportar al desarrollo desde una perspectiva diferente, Arawi se consolida como Fundación cuya tarea principal es defender y fortalecer el Patrimonio Cultural de Bolivia y las Naciones Originarias, promover la educación y el arte; así como el uso sostenible de los Recursos Naturales.
Por Danilo Tonti
con colaboración especial de Gaby Socias
Sigilosamente, a fuego lento, en puntitas de pie, pasando casi desapercibido, el escurrimiento de la verdad no tiene solución de continuidad desde aquel 1492. A cuenta gotas parece caer la razón, virtud olvidada en el olvido más oscuro de los olvidos: aquel que deja en penumbras al propio hombre.
Y es que fueron esos cuatro números los que abrieron las puertas a uno de los paradigmas más excluyentes que la historia haya conocido, que dividió al mundo entre el bárbaro y el civilizado, entre el “indio bruto” y el “europeo racional”.
Hoy, aquellos postulados que de nefastos podemos tildar, siguen asintiéndose en la omisión, en la ausencia de la acción liberadora, en la palabra muda que sigue creyéndose -o no quiere dejar de creer- el pintoresco cuentito del atraso. Quizás tenga razón Eduardo Galeano cuando dice “hasta que los leones no tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador”.
"El olvido a veces es tan penetrante que nos hace olvidar, incluso a nosotros mismos, quienes somos"
Los pueblos originarios existen, hoy, año 2010, ciudad de Córdoba, Argentina. Comparten nuestro tiempo y lugar. Nos miran aunque no sean vistos. Para sorpresa de muchos, entre la heterogeneidad de sus habitantes, nuestra ciudad aloja a trescientas familias de pueblos originarios cuyas raíces pertenecen a la comunidad del pueblo Comechingón.
Residentes del barrio Alberdi, todos los días se levantan con el mismo propósito: mantener viva su cultura e identidad, tan negada la mayoría de las veces. En el país, son más de 600 mil las personas que se reconocen pertenecientes y/o descendientes en primera generación de pueblo originarios. Y parecemos olvidar que cerca de la mitad de los 45 millones que somos tenemos ascendencia indígena y un 4 por ciento, ascendencia africana.
La realidad no es ficción, aunque intenten así mostrárnosla. La realidad es real; y en Córdoba, como vimos, también está. Hoy hay desnutrición extrema en personas aborígenes por falta de políticas de salud, trabajo y desarrollo social para las étnias originarias.
“Cuando vienen a desalojarnos nos obligan a vivir en un lugar muy reducido. Al quitarnos las tierras no podemos hacer lo único que sabíamos hacer para sobrevivir. Así es como nos condenan a morir. El Estado no considera recursos para que las personas desalojadas puedan vivir de otra cosa que no sea la tierra”, señaló el Vice-director del Instituto de Culturas Aborígenes de Córdoba (ICA), José Valderrama.
El sistema asume como estructural la desaparición de ciertos pueblos; todos callan y todos se vuelven sordos. Negados como originarios, aunque “reconocidos” como negros, vagos, borrachos, peruanos, bolivianos. En el medio de ese todo anestesiado, la representación social de que el “indio” es una cuestión del pasado, problema superado por la inteligencia del tiempo.
Pero estas tipificaciones sostenidas y potenciadas en el sentido común también hacen metástasis en el campo de la política. Es anecdótico recordar que allá por el año 1992 hubo un gobernador que fue capaz de decir “en Córdoba no hay aborígenes”. Lo más probable es que ese hombre jamás haya pasado por la Pampa de Achala, Traslasierra, Quilino, o por el mismo barrio Alberdi.
Sucede que en el imaginario colectivo la Argentina desciende de los barcos. Todos somos “blancos” y “educados”. Nos atemoriza pensar en la idea de que en dos décadas el 20 por ciento de la población pueda llegar a ser de origen boliviano, paraguayo e indígena.
Caminando por la peatonal cordobesa, un día recibimos un folleto que decía: “El Malón vive. Ser visibles nos hace ser”. ¿Ser visibles los hace ser? Nos preguntamos. ¿Visibles ante quienes? ¿Invisibles para quienes? ¿Será que algún humano pueda ser invisible? Fue entonces cuando comprendimos que el olvido a veces es tan penetrante que nos hace olvidar, incluso a nosotros mismos, quienes somos.
A veces la indiferencia hace que cueste encontrarnos, confundiéndonos entre lo que somos y lo que nos atribuyen ser. El hombre es social y en su sociabilidad se define. Pero ¿qué pasa cuando la sociedad no lo deja ser? ¿Qué sucede cuando lo social lo deja afuera, relegándolo a una existencia desapercibida? Entonces ahí es cuando aparecen las sombras, exhortando a la identidad a despojarse de sí misma o, de lo contrario, a quedar sola en la creencia del valor de si misma como tal.
Silencio.
Durante mucho tiempo acudieron a él. Como única forma de defensa y preservación. Pasaron las mil y una, pero siguieron adelante. Supieron siempre que el silencio puede aturdir más que cualquier sonido. Pero tarde o temprano el momento de hablar llega. Y la palabra pasa facturas, busca su lugar, reconstruye su posición.
Tarde o temprano las apariencias caen admitiéndose sólo apariencias. La cortina se corre y el panorama se esclarece. Tarde o temprano el silencio rompe su cascarón y da lugar a la voz naciente, aquella que durante años preparó las palabras justas, los argumentos indicados. Quienes quedaron en el camino no habrán luchado en vano, si su silencio fue la semilla del cambio.
Octubre 6, 2010 in Noticias
Hermanos indígenas del mundo:
Estoy profundamente preocupado porque se pretende utilizar a algunos dirigentes y grupos indígenas para promover la mercantilización de la naturaleza y en particular de los bosques a través de la creación del mecanismo REOO (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación) y sus versiones REDD+ y REED++.
Cada día desaparece en el mundo una extensión de bosques y selva equivalente a 36.000 canchas de futbol.
Cada año se pierden 13 millones de hectáreas de bosques y selva. A este ritmo, los bosques desaparecerán antes de fines de siglo.
Los bosques y la selva son la mayor fuente de biodiversidad. Si continua la deforestación, miles de especies animales y vegetales se perderán para siempre. Más de tres cuartas partes del agua dulce accesible vienen de zonas de captación en bosques, de ahí que la calidad del agua empeora cuando la condición del bosque se deteriora, Los bosques constituyen una protección ante inundaciones, erosiones y desastres naturales. Proveen bienes no maderables y maderables. Los bosques son una fuente de medicinas naturales y elementos de curación aun no descubiertos. Los bosques y la selva son los pulmones de la atmosfera. El 18 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en el mundo son provocados por la deforestación.
Es fundamental detener esta destrucción de nuestra Madre Tierra.
Actualmente, en las negociaciones de cambio climático todos reconocen que es esencial evitar la deforestación y degradación de los bosques. Sin embargo, para lograrlo, algunos proponen mercantilizar los bosques con el falso argumento de que sólo se cuida y conserva aquello que tiene precio y propietario.
Su propuesta es tomar en cuenta sólo una de las funciones de los bosques, que es su capacidad de absorción de dióxido de carbono, y emitir “certificados”, “bonos” o “derechos de carbono” que se comercialicen en un mercado de carbono. De esta forma, las empresas del Norte podrán optar entre hacer reducciones de emisiones en sus países o comprar “certificados REDD” en países del Sur según su conveniencia económica. Por ejemplo, si una empresa tiene que invertir 40 ó 50 $US para reducir la emisión de una tonelada de C02 en un “país desarrollado”, preferirá comprar un “certificado REDD” por 10 ó 20 $US en un “país en vías de desarrollo” para decir que ha cumplido con la reducción de emisiones de dicha tonelada de C02.
A través de este mecanismo los países desarrollados traspasarán su obligación de reducir sus emisiones a los países en vías de desarrollo, y el Sur una vez más volverá a financiar al Norte ya que esa empresa del Norte se ahorrará mucho dinero comprando “certificados” de carbono de bosques del Sur.
Pero no sólo harán trampa con sus compromisos de reducción de emisiones, sino que además darán inicio a la mercantilización de la naturaleza empezando por los bosques.
Los bosques pasarán a tener precio por la cantidad de toneladas de C02 que son capaces de absorber. Los “bonos” o “derechos de carbono” que certifican esa capacidad de absorción serán vendidos y comprados como cualquier mercancía a nivel mundial. Para asegurar que nadie afecte la propiedad de los compradores de “certificados REDD” se instaurarán una serie de restricciones que acabarán afectando el derecho soberano de los países y los pueblos indígenas sobre sus bosques y las selvas. Así comenzará una nueva etapa de privatización de la naturaleza nunca antes vista que se irá extendiendo al agua, la biodiversidad y lo que ellos denominan “servicios ambientales”.
Mientras nosotros afirmamos que el capitalismo es la causa del calentamiento global y de la destrucción de los bosques, la selva y la Madre Tierra, ellos buscan ahora expandir el capitalismo a la mercantilización de la naturaleza con el denominativo de “economía verde”.
Para conseguir el apoyo a esta propuesta de mercantilización de la naturaleza algunas entidades financieras, gobiernos, ONGs, fundaciones, “expertos” y empresas intermediarias están ofreciendo un porcentaje de los “beneficios” de esta mercantilización de la naturaleza a los pueblos indígenas y a las comunidades que viven en los bosques nativos y la selva.
La naturaleza, los bosques y los pueblos indígenas no estamos en venta.
Por siglos los pueblos indígenas hemos vivido conservando y preservando los bosques nativos y la selva. Para nosotros los bosques y la selva no son objetos, no son cosas que uno puede poner precio y privatizar. No aceptamos que se reduzca a los bosques nativos y selvas a una simple cantidad mensurable de carbono. Tampoco aceptamos que se confunda los bosques nativos con simples plantaciones de una o dos especies de árboles. Los bosques son nuestro hogar, son la casa grande donde coexisten plantas, animales, agua, suelo, aire puro y seres humanos.
Es fundamental que todos los países del mundo trabajemos juntos para evitar la deforestación y degradación de los bosques y la selva. Es una obligación de los países desarrollados, y es parte de su deuda climática y ambiental, contribuir económicamente a la preservación de los bosques, pero NO a través de su mercantilización. Hay muchas formas de apoyar y financiar a los países en vías de desarrollo, a los pueblos indígenas y a las comunidades locales que contribuyen a la preservación de los bosques.
Los países desarrollados gastan decenas de veces más recursos públicos en la defensa, la seguridad y las guerras que en el cambio climático. Incluso durante la crisis financiera muchos han mantenido e incrementado sus gastos militares. No es admisible que aprovechando de las necesidades de las comunidades y las ambiciones de algunos dirigentes y “expertos” indígenas se pretenda involucrar a los pueblos indígenas en la mercantilización de la naturaleza.
Todo mecanismo de protección de los bosques y la selva debe garantizar los derechos y la participación indígena, pero no porque llegue a haber participación indígena en REDD podemos aceptar que se ponga precio y se negocie en un mercado mundial el carbono de los bosques y las selvas.
Hermanos indígenas, no nos dejemos confundir. Hay quienes nos dicen que el mecanismo de mercado de carbono en REDD será voluntario. Es decir que el que quiere podrá vender y comprar, y el que no lo desee se podrá marginar. Nosotros no podemos aceptar que con nuestro consentimiento se cree un mecanismo en el que voluntariamente unos vendan a la Madre Tierra mientras otros miran cruzados de manos.
Frente a estas visiones reduccionistas y mercantilistas de los bosques y la selva, los pueblos indígenas junto a los campesinos y movimientos sociales del mundo debemos luchar por las propuestas de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra:
1) Manejo integral de los bosques nativos y la selva tomando en cuenta no sólo su función mitigadora de emisiones de Co2, sino todas sus funciones y potencialidades evitando confundirlos con simples plantaciones.
2) Respeto a la soberanía de los países en vías de desarrollo en la gestión íntegral de sus bosques.
3) Pleno cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas establecidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio 169 de la OIT y otros instrumentos internacionales; reconocimiento y respeto a sus territorios; revalorización y aplicación de los conocimientos indígenas para la preservación de los bosques; participación y gestión de los bosques y la selva por los pueblos indígenas.
4) Financiamiento de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo y a los pueblos indígenas para el manejo integral de los bosques como parte de su deuda climática y ambiental. No establecimiento de ningún mecanismo de mercado de carbono o de “incentivos” que conlleve a la mercantilización de los bosques y selva.
5) Reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra que comprende los bosques, la selva y todos sus componentes. Para restablecer la armonía con la Madre Tierra, el camino no es ponerle precio a la naturaleza sino reconocer que no sólo los seres humanos tenemos derecho a la vida y a reproducirnos, sino que también la naturaleza tiene derecho a la vida y a regenerarse, y que sin la Madre Tierra los seres humanos no podemos vivir.
Hermanos indígenas, Junto a los hermanos campesinos y a los movimientos sociales del mundo, debemos movilizarnos para que las conclusiones de Cochabamba sean asumidas en Cancún y para impulsar un mecanismo de ACCIONES RELATIVAS A LOS BOSQUES basado en estos cinco principios, manteniendo siempre en alto la unidad de los pueblos indígenas y los principios de respeto a la Madre Tierra que por siglos hemos preservado y heredado de nuestros antepasados.
EVO MORALES AYMA
Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia
Mayo 31, 2010 in Acuerdo de los Pueblos, Convocatorias, Prensa
Este es el pronunciamiento del Movimiento Mundial
de los Pueblos, que reclama un proceso de negociaciones sobre cambio climático
en Naciones Unidas, incluyente, transparente y equitativo, que incorpore las
propuestas de los pueblos que han sido presentadas como resultado de la
Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la
Madre Tierra. Para adherirse a este llamado puede hacerlo mediante el sitio web:
http://www.thepetitionsite.com/1/movement-for-mother-earth y
apoyar con su firma para que las voces de nuestros pueblos sean escuchadas.
La voz de los pueblos debe ser oída en las
negociaciones climáticas
Texto Oficial de negociación de la
CMNUCC ignora las soluciones de la Conferencia Mundial de los Pueblos
En abril de 2010 más de 35.000 personas de 140 países se reunieron en
Cochabamba, Bolivia y desarrollaron el histórico Acuerdo
de los Pueblos, un documento basado en el consenso, que refleja las
soluciones sustanciosas a la crisis climática. Nosotros, las organizaciones
abajo firmantes, participamos y/o apoyamos este proceso histórico.Como reflejo de las voces de la sociedad civil global y los
acuerdos alcanzados en 17 grupos de trabajo, el Estado Plurinacional de Bolivia
hizo una propuesta oficial, compuesta por los componentes centrales del Acuerdo
de los Pueblos de Cochabamba, al Grupo de Trabajo Especial sobre la Cooperación
a Largo Plazo (GTE-CLP) en el marco del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre
el Cambio Climático (CMNUCC). Desde entonces, el acuerdo ha ganado el apoyo y el
reconocimiento de diversas naciones y organismos regionales como el ALBA
(Alianza Bolivariana de Nuestra América) y UNASUR (Unión de Naciones
Suramericanas).
Por consiguiente, nos preocupa profundamente que el nuevo texto propuesto en
el GTE-CLP como base para negociaciones climáticas no refleja ninguna de las
principales conclusiones alcanzadas en Cochabamba.
El Presidente y el Vicepresidente del GTE-CLP (de Zimbabwe y los Estados
Unidos, respectivamente) han incorporado en su lugar, todas las propuestas del
Acuerdo de Copenhague, que ni siquiera tiene el consenso de las Naciones
Unidas.
Instamos a la CMNUCC a adoptar las conclusiones alcanzadas por los
movimientos sociales, pueblos indígenas y sociedad civil internacional en
Cochabamba. Es a la vez antidemocrático y poco transparente excluir determinadas
propuestas de las negociaciones, y es imperativo que las Naciones Unidas escuche
a la comunidad mundial sobre este problema crítico para la humanidad.
Hacemos un llamado a todos los países de las Naciones Unidas y, en particular
al Presidente y el Vicepresidente del GTE-CLP, a fin de incluir las conclusiones
fundamentales del Acuerdo de los Pueblos en las negociaciones en el periodo
previo a Cancún. Estas propuestas de preservación de la vida y la tierra
incluyen:
1. Una reducción del 50% de las emisiones internas de gases de efecto
invernadero por parte de los países desarrollados para el periodo 2013-2017 en
virtud del Protocolo de Kioto, a nivel nacional y sin depender de los mecanismos
de mercado.
2. El objetivo de estabilizar las concentraciones de gases de efecto
invernadero a 300 ppm.
3. La necesidad de iniciar el proceso de considerar la propuesta de
Declaración Universal sobre los Derechos de la Madre Tierra para restablecer la
armonía con la naturaleza.
4. La obligación de los países desarrollados a que honren su deuda climática
hacia los países en desarrollo y a nuestra Madre Tierra.
5. El suministro de recursos financieros equivalente al 6% del PIB de los
países desarrollados para ayudar a enfrentar la crisis del cambio climático.
6. La creación de un mecanismo para la gestión integral y la conservación de
los bosques que, a diferencia de REDD-plus, respete la soberanía de los Estados,
garantice los derechos y participación de los pueblos indígenas y comunidades
dependientes de los bosques, y no este basado en el régimen del mercado de
carbono.
7. La implementación de medidas para reconocer los derechos de los pueblos
indígenas deben ser garantizados de conformidad con la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y los instrumentos y
acuerdos universales de derechos humanos. Esto incluye el respeto por los
conocimientos y los derechos de los pueblos indígenas, sus derechos a las
tierras, territorios y recursos, y su participación plena y efectiva, con su
consentimiento libre, previo e informado.
8. El incentivar los modelos de producción agrícola que sean ambientalmente
sostenibles y que garanticen la soberanía alimentaria y los derechos de los
pueblos indígenas y los pequeños agricultores.
9. La protección y el reconocimiento de los derechos y necesidades de los
migrantes forzados por causas climáticas.
10. La promoción de la conformación de un Tribunal Internacional de Justicia
Ambiental y Climática.
11. La consideración de un Referéndum Mundial sobre el Cambio Climático que
permita al pueblo decidir que se hará sobre este problema, que es de vital
importancia para el futuro de la humanidad y la Madre Tierra.
Exigimos que las conclusiones establecidas por Conferencia Mundial de los
Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, que protegen
la vida y la Madre Tierra, sean incorporadas al texto de negociación durante las
negociaciones en Bonn, Alemania, del 31 Mayo al 11 Junio 2010.
No puede haber un proceso de negociación equitativa, transparente e
incluyente, ni verdaderas soluciones a la urgencia de la crisis climática, si el
texto de negociación del GTE-CLP ignora las voces de los pueblos del mundo cuyos
negociadores deberían representar.
MI MESA DE TRABAJO EN LA CONFERENCIA MUNDIAL DEL CAMBIO CLIMATICO Y DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LA MADRE TIERRA
PANKARITA PRESENTE!!
GRUPO DE TRABAJO 7: PUEBLOS INDÍGENAS
Lunes 26 de abril de 2010
Declaración de los Pueblos Indígenas del Mundo
La madre tierra podrá vivir sin nosotros, pero nosotros no podemos vivir sin ella.
Nosotros los pueblos, naciones y organizaciones indígenas provenientes de diversas partes del mundo, reunidos en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, del 19 al 22 de Abril del año 2010 en Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia, después de amplios debates, decimos:
Los Pueblos Indígenas somos hijos e hijas de la madre tierra o pachamama en quechua. La madre tierra es un ser vivo del universo que concentra energía y vida, cobija y da vida a todos sin pedir nada a cambio, es el pasado, presente y futuro; es nuestra relación con la madre tierra. Convivimos con ella desde hace miles de años con nuestra sabiduría, espiritualidad cósmica ligada a la naturaleza. Sin embargo, el modelo económico, impulsado y forzado por los países industrializados que promueven la explotación extractiva y la acumulación de riquezas, han transformado radicalmente nuestra relación con la Madre Tierra. El cambio climático, debemos constatar, es una de las consecuencias de esta lógica irracional de vida. Esto es lo que debemos cambiar.
La agresión a la madre tierra, los golpes y las violaciones contra nuestros suelos, bosques, flora, fauna, biodiversidad, ríos, lagos, aire y el cosmos son golpes contra nosotros mismos. Antes pedíamos permiso para todo. Ahora se pretende desde los países desarrollados que la madre tierra nos pida permiso a nosotros. No se respeta nuestros territorios, particularmente de los pueblos en aislamiento voluntario o en contacto inicial, y sufrimos la más terrible agresión desde la colonización solo para facilitar el mercado y la industria extractiva.
Reconocemos que Pueblos Indígenas y de todo el mundo, vivimos en una época de crisis generalizada: ambiental, energética, alimentaría, financiera, de valores, entre otros, como consecuencia de las políticas y actitudes de Estados racistas y excluyentes.
Decimos que en la conferencia climática de Copenhague, los pueblos del mundo que exigíamos un trato justo fuimos reprimidos y los Estados causantes de la crisis climáticas, debilitaron aún más los posibles resultados de las negociaciones y no asumieron compromiso vinculante alguno. Limitándose simplemente a respaldar el entendimiento de Copenhague que plantea objetivos insuficientes e inaceptables en relación a acciones de respuesta al cambio climático y financiamiento para los países y pueblos más afectados.
Afirmamos que los espacios de negociación internacional han excluido sistemáticamente la participación de los pueblos indígenas. Por este motivo ahora, los Pueblos Indígenas nos hacemos visibles en estos espacios, por que al haberse herido y saqueado a la madre tierra con actividades que impactan negativamente sobre nuestras tierras, territorios y recursos naturales, nos han herido también a nosotros. Por eso los Pueblos Indígenas no nos quedaremos callados, sino que planteamos la inquebrantable movilización de todos nuestros pueblos para llegar a la COP 16 en México y otros espacios, articulados y preparados para defender nuestras propuestas, particularmente del Estado Plurinacional y el Vivir Bien. Nosotros, los pueblos indígenas, no queremos vivir mejor, sino queremos vivir bien, que es una propuesta para logar el equilibrio y a partir de ella construir una nueva sociedad.
La búsqueda de objetivos comunes, según nos muestra la misma historia, solo se conseguirá con la unión de los Pueblos Indígenas de todo el mundo. Las raíces ancestrales, indígenas, originarias de toda la población mundial deben ser uno de los lazos que nos unan para lograr un solo objetivo.
Por todo ello proponemos demandamos y exigimos:
1.La recuperación, revalorización y fortalecimiento de nuestras civilizaciones, identidades, culturas y cosmovisiones, basadas en el conocimiento y sabiduría ancestral milenaria indígena-originaria, para la construcción de nuevos modelos de vida alternativas al sistema de desarrollo actual y como una forma de hacer frente al cambio climático.
2.El rescate y fortalecimiento de la vivencia y propuesta de los Pueblos Indígenas del vivir bien, reconociendo a la madre tierra como un ser vivo con la cual tenemos una relación indisoluble e interdependiente; basado en principios y mecanismos que garanticen el respeto, la armonía y el equilibrio de los pueblos con la naturaleza y, como la base para una sociedad con justicia social y ambiental, que tenga como fin la vida. Todo ello para hacer frente a la crisis del modelo de saqueo capitalista y garantizar la protección de la vida en su conjunto a través de la búsqueda de acuerdos globales incluyentes.
3.Exigimos a los Estados que reconozcan, respeten y garanticen la aplicación de los estándares internacionales de derechos humanos y derechos de los Pueblos Indígenas (Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y Convenio 169 de la OIT) en el marco de las negociaciones, políticas y medidas para enfrentar el cambio climático.
4.Exigimos a los Estados a que reconozcan jurídicamente la preexistencia del derecho sobre nuestros territorios, tierras y recursos naturales que hemos poseído tradicionalmente como pueblos y naciones indígenas originarias, así como la restitución y restauración de los bienes naturales, las aguas, los bosques y selvas, lagos, océanos y hielos, lugares sagrados, tierras y territorios que nos han sido arrebatados y despojados, para posibilitar y fortalecer nuestras formas tradicionales de vida y contribuir efectivamente a la solución del cambio climático. En este sentido planteamos la consolidación de los territorios indígenas en ejercicio de nuestra libre determinación y autonomía y de conformidad con nuestros sistemas normativos. Así mismo, exigimos a los Estados el respeto a los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas en aislamiento voluntario o en contacto inicial, como una medida efectiva para preservar su integridad y para combatir los efectos adversos del cambio climático hacia dichos pueblos.
5.Llamamos a los Estados que no promuevan las practicas de monocultivos de carácter comercial, ni introducir y promover los cultivos transgénicos y exóticos, porque según la sabiduría de nuestros pueblos estas especies agravan la degradación de las selvas, los bosques y los suelos contribuyendo al aumento del calentamiento global. Tampoco, bajo la búsqueda de energías alternativas (como la nuclear y bio-ingeniería), se deben implementar los mega-proyectos hidroeléctricos, de energía eólica y de otro tipo, que afectan los territorios, tierras y hábitats naturales de los pueblos indígenas.
6.Exigimos el cambio de las leyes forestales y ambientales de los Estados y la aplicación de los instrumentos internacionales pertinentes, para la protección efectiva de las selvas y bosques, así como su diversidad biológica y cultural, garantizando los derechos de los pueblos indígenas, incluido su participación y el consentimiento previo, libre e informado.
7.Planteamos que en el marco de las acciones de mitigación y adaptación sobre el cambio climático y basados en la experiencia y el conocimiento demostrados ancestralmente, para el manejo sostenido de la diversidad biológica de nuestras selvas y bosques; establecer como política de Estado que las aéreas naturales protegidas deben ser gestionadas, administradas y controladas directamente por los pueblos indígenas.
8.Demandamos una revisión o en su caso moratoria a toda actividad contaminante y que afecte a la madre tierra y el retiro de las corporaciones transnacionales y de mega-proyectos de los territorios indígenas.
9.Exigimos a los Estados que se reconozca el agua como un derecho humano fundamental, evitando su privatización y su mercantilización.
10.Demandamos la aplicación de la consulta, la participación y el consentimiento previo, libre e informado de los Pueblos Indígenas y poblaciones afectadas en todos los procesos de diseño e implementación de medidas de adaptación y mitigación del cambio climático y otras acciones de intervención en los territorios indígenas.
11.Los Estados deben promover mecanismos que garanticen que el financiamiento, para las acciones de respuesta al cambio climático, lleguen de manera directa y efectiva a los pueblos indígenas, como parte del resarcimiento de la deuda histórica y ecológica, apoyando el fortalecimiento de nuestras propias visiones y cosmovisiones para el vivir bien.
12.Llamamos a la recuperación, revalorización y fortalecimiento de las tecnologías y conocimientos propios de los Pueblos Indígenas y promover la incorporación de estos en la investigación, el diseño y la aplicación de políticas sobre cambio climático, en complementariedad con los conocimientos y tecnologías occidentales adecuadas, asegurando que los procesos de transferencia de tecnología no debiliten el conocimiento y las tecnologías indígenas.
13.Planteamos la recuperación, el desarrollo y la difusión de los conocimientos y tecnologías indígenas a través de la implementación de políticas y programas educativos pertinentes, así como la modificación e incorporación de dichos conocimientos y sabidurías ancestrales en las currículas y metodologías educativas.
14.Instamos a los Estados y organismos internacionales de toma de decisiones sobre cambio climático, en particular la CMNUCC, establezcan las estructuras y los mecanismos formales que incluyan la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas, comunidades locales y grupos vulnerables incluyendo las mujeres, sin discriminación, como elemento clave para obtener un resultado justo y equitativo de las negociaciones sobre cambio climático.
15.Nos sumamos a la demanda de conformar un Tribunal de Justicia Climática que permita juzgar y establecer sanciones al no cumplimiento de compromisos y otros crímenes ecológicos de los países desarrollados, principales responsables del cambio climático. Esta instancia debe considerar la participación plena y efectiva de los Pueblos Indígenas y sus principios de justicia.
16.Planteamos la articulación y organización de los pueblos a nivel mundial, a través de nuestros gobiernos, organizaciones y mecanismos locales, nacionales, regionales e internacionales, para participar en los proceso de debate y análisis con representación legitima en todo el proceso relacionado con el cambio climático. En este sentido se propone conformar un espacio de organización, con participación especial de los Ancianos y Ancianas, que contribuya en la búsqueda de soluciones globales y efectivas al cambio climático.
17.Proponemos luchar en todos los espacios para defender la vida y la madre tierra, particularmente en la realización de la COP 16, por eso proponemos la organización de una segunda conferencia de los pueblos para fortalecer el proceso reflexión y acción.
18.Ratificar la campaña global organizando una Marcha Mundial en defensa de la madre tierra y de los pueblos, contra la mercantilización de la vida, la contaminación y la criminalización de movimientos indígenas y sociales.
Creado en unidad en Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia a los 21 días del mes de abril del 2010.
Mundo industrializado debe pagar deuda ecológicapor daños al medio ambiente, afirmó presidente Morales
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Los países industrializados deben pagar la Mencionó al líder de la revolución “Hay que acabar con la esclavitud de la madre tierra porque no es posible que se mantenga esclava del capitalismo”, afirmó. Lamentó Dijo “No Señaló Igualmente “Esos Morales dijo que, contrariamente, “debe viabilizarse el libre tránsito de seres humanos en todo el mundo”. El Por ello Morales expresó Finalmente señaló que es tiempo de salvar a toda la humanidad, inicialmente con políticas que bajen la temperatura a un
grado centígrado para evitar holocaustos climáticos que pongan en entredicho la sobrevivencia de la humanidad.
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